
Valoramos sus descriciones minuciosas, los retratos sociológicos que hace en el libro, la carga filosófica de su narrativa, la mezcla de humor y de intriga. Nos ha llamado la atención su liberalismo, desde la defensa que hace de la propiedad del agua de las Lagunas de Ruidera a otras reivindicaciones que demuestran cierto fondo social.
Es también digno de reseñar que como vecinos de Argamasilla que somos los lectores, nos ha gustado que esté ambientada en los paisajes y escenarios tan cercanos y llenos de connotaciones cervantinas.
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